DE SEVILLA A ISFAHÁN – CONCIERTO COMPLETO

DE SEVILLA A ISFAHÁN

ACCADEMIA DEL PIACERE
Fahmi Alqhai, viola da gamba y dirección
Rami Alqhai, viola da gamba
Johanna Rose, viola da gamba

CONSTANTINOPLE
Kiya Tabassian, setar, voz y dirección

Didem Basar, qanun
Patrick Graham y Hamin Honari, percusión

Programa

Golestan – Panj-gâh pishrow, anónimo persa (S. XVI)
Glosa sobre el canto llano Pange Lingua – Anónimo – Fahmi Alqhai
Ghome Ajam & Pir-e Mey Foroush – Pishrow Mohayer, Osul Duyek, anónimo persa (S. XVI)
Si tus penas no pruebo & su glosa – Francisco Guerrero (1528-1599) – Fahmi Alqhai
Diferencias de Conde Claros – Luis de Narváez (ca. 1500-1552)
Nikriz Pishrow – Aga Mu’men (ca. 1580- 1640)
Fantasia que contrahaze la harpa en la manera de Ludovico – Alonso de Mudarra (ca. 1510-1580)
Romanescas – Alonso de Mudarra – Fahmi Alqhai
Buzurg pishrow (fragmento) – Dimitrie Cantemir (1673-1723)
Fecit potentiam & Fantasia 37 – Miguel de Fuenllana (ca. 1500-1579)
Fandango – Santiago de Murcia (1673-1739) – Fahmi Alqhai
Chavosh – Kiya Tabassian
Pishrow Bousalik Ashirani – Dimitrie Cantemir

Arreglos: Fahmi Alqhai y Kiya Tabassian

Los conjuntos Constantinople –con sede en Montreal, Canadá, y dirigido desde el setar por Kiya Tabassian, nacido en la vieja Persia– y Accademia del Piacere –dirigido por el violagambista sevillano de origen sirio-palestino Fahmi Alqhai– se inspiran en los viajes cruzados de Rui González de Clavijo y el príncipe persa Uruch Beg, o Don Juan de Persia: unos periplos que no solo pusieron en contacto a los poderes de Oriente y Occidente de hace cinco siglos, sino a culturas que, si bien lejanas, siempre mantuvieron cordones de contacto en la literatura, las artes y la música. Manuscritos del Renacimiento español y de bibliotecas de palacios como el de Topkapi de Constantinopla, obras maestras de esencias afines desde Sevilla a Samarcanda, serán puestas en común por la mirada contemporánea de Alqhai y Tabassian.

Notas al programa

En 1582 Argote de Molina editó en Sevilla Embajada a Tamorlán, el extraordinario libro de viajes que escribiera Rui González de Clavijo a inicios del siglo XV en el que narra su viaje, junto al fraile dominico Alfonso Páez de Santamaría y como embajadores del rey Enrique III de Castilla, hasta la corte del mítico Tamerlán: desde Cádiz a Samarcanda, con travesías tan deslumbrantes como Constantinopla o Persia. Por los mismos años de la publicación del sevillano Argote, el príncipe persa Uruch Beg, luego conocido como Don Juan de Persia, hacía el viaje inverso desde Oriente a Europa, partiendo de Isfahán para establecerse en Castilla, tras visitar las grandes cortes europeas.

Lejos de ser viajes aislados estas embajadas fueron signo de los tiempos de una verdadera protoglobalización, la misma tendencia que empujó a Portugal a atravesar los océanos de Oeste a Este en busca del comercio con Oriente, y luego a Colón y Magallanes a cruzarlos en sentido inverso y cerrar el círculo del gran Globo. Tales viajes no solo pusieron en contacto a los poderes de Oriente y Occidente, sino a culturas que aunque lejanas siempre mantuvieron cordones de contacto en la literatura, las artes y la música, empujando a la primera gran oleada de migraciones e intercambios multiculturales que unieron al mundo.

Inspirados en esos relatos, los conjuntos Constantinople –con sede en Montreal, Canadá, y dirigido desde el setar por Kiya Tabassian, nacido en la vieja Persia– y Accademia del Piacere –dirigido por el violagambista sevillano de origen sirio-palestino Fahmi Alqhai– desean sumergirse en las músicas del Renacimiento español y los imperios persa y otomano de los siglos XV y XVI desde un marco narrativo basado en los textos de los dos viajeros, González de Clavijo y Don Juan de Persia, para recorrer en la música los viajes y las exploraciones cruzadas de estos dos personajes. Partirán para ello de manuscritos de los palacios sevillanos y castellanos de la Edad de Oro de la música española: un tiempo aquí llamado Renacimiento pero igualmente prolífico para los músicos de las cortes persas y de todo el Imperio Otomano, de quienes tomaremos igualmente como materia prima musical los manuscritos desenterrados en monasterios y bibliotecas de palacios como el de Topkapi de Constantinopla. Músicas modales de uno y otro mundo, obras maestras de esencias afines desde Sevilla a Samarcanda, serán puestas en común por la mirada contemporánea de Alqhai y Tabassian.

Juan Ramón Lara